jueves, 1 de septiembre de 2016

¿Por qué hay homosexuales? Una aproximación desde el pensamiento complejo

Por Orlando Scoppetta DG.

Fotografía de Vincent Guth. Tomada de Unsplash

La naturaleza del homosexualismo ha sido esquiva a la búsqueda de explicaciones, porque se ha intentado equiparar este fenómeno a una anomalía. Estas aproximaciones van en búsqueda de una alteración, una enfermedad o un vicio. Esta línea de pensamiento no ha sido fructífera.

La exploración de alteraciones morfológicas o funcionales, valga decir, conformaciones cerebrales o expresiones hormonales distintivas, ha sido tan poco explicativa como la disfuncionalidad familiar u otras características del ambiente.

Autores influenciados por perspectivas ideológicas, muestran explicaciones sesgadas que no logran confirmación por investigaciones independientes. Un acercamiento desde la perspectiva del pensamiento complejo podría permitir una visión diferente. Antes de continuar, conviene aclarar que las explicaciones desde este tipo de pensamiento no son las convencionales, pues no necesariamente recurren a la descripción de mecanismos causales.

El espacio es corto para definir el pensamiento complejo. Aquí tomaremos un aserto propio de esta filosofía: lo más complejo puede explicarse a partir de planteamientos simples.

Establezcamos entonces un planteamiento simple: el universo tiende hacia la diversidad y la diversidad lleva al universo de lo más simple a lo complejo.

Propongamos otro planteamiento, esta vez, un enfrentamiento de posiciones: los sistemas tienden a conservarse idénticos. La otra posición, la opuesta, se establece en términos de que los sistemas tienden a la diversidad.

Un ejemplo de dimensiones colosales nos ayuda a ilustrar el punto. En el universo primigenio, vagaban por el espacio átomos de hidrógeno. El hidrógeno es el elemento más simple: un protón, un neutrón y un electrón. Si se cumpliera el primer planteamiento antagónico, el universo estaría compuesto por un montón de átomos navegando por el espacio, y nada más.

Lo que en realidad sucede puede resumirse así: dos átomos de hidrógenos se atraen mutuamente, por la gravedad. Cuando se unen los dos, tienen algo más de gravedad, como para atraer a un tercero. Con los cúmulos de átomos, propios de las nubes interestelares, atrayéndose hasta lograr cierta condensación crítica, la combinación entre masa y calor hace que este núcleo se encienda y nazca una estrella. Los átomos de hidrógeno sometidos a presión y a altísimas temperaturas se fusionan en átomos de helio, litio, carbono y todos los demás elementos.

De los átomos de hidrógeno surge una estrella y también todos los elementos más complejos. Además, el hidrógeno mismo existe en diferentes isotopos: deuterio, tritio y protio.

Entonces, algo tan simple como el hidrógeno tiende a la diversidad y esa tendencia a la diversidad, o capacidad de diversidad, es el origen de lo que conocemos. Tomemos ahora cualquier sistema de nuestra existencia cotidiana. Suelo pensar en un vaso para ejemplificar esta cuestión. En este caso, se trata de un sistema artificial, creado por el ser humano.

¿Cómo sería el primer vaso? Probablemente una concavidad en una piedra o en un trozo de madera, inspirada por el cuenco de las manos. Su finalidad: contener líquidos para llevarlos por porciones hasta la boca de los humanos sedientos.

Hoy por hoy tenemos vasos de vidrio, de plástico, de papel. Vasos grandes y pequeños. Vasos de colores ¿Es cada vaso una anomalía con respecto a los otros?

Una regularidad del universo, es, aunque parezca paradójico, la tendencia a la diversidad. Esto puede afirmarse sin afectar el sentido religioso. Si Dios existió siendo único y autosuficiente, entonces él mismo dio lugar a una explosión de diversidad que hoy se manifiesta de múltiples formas que están a la vista de todos.

Existen seres homosexuales, entre los humanos y otras especies, porque hay seres heterosexuales. Existen, porque la sexualidad no escapa a la diversidad, como no escapan los átomos de hidrógeno o las hojas en una misma planta, en un mismo jardín, o los vasos creados por la humanidad.

Otra cosa es la actitud moral que se asuma frente al homosexualismo. Dado que han fracasado los intentos de explicar el comportamiento homosexual desde una perspectiva patológica, es decir, como una anomalía o perversión, no hay posibilidad de fundamentar las calificaciones morales del homosexualismo en hallazgos de la ciencia. Esto, porque aun cuando sea posible que con la investigación científica se identifique algún día qué hace que una personas sea homosexual o heterosexual, no habría una base lógica para entender tal diferencia como una anomalía.

Así las cosas, valorar la homosexualidad desde una perspectiva moral, solo puede tener como fundamento cierto, esa misma perspectiva. Sería entonces más honesto para quienes ostentan banderas religiosas y otras que tienen afinidad por postulados morales, declarar que se asume una valoración negativa de la homosexualidad desde la base de sus creencias, sin recurrir a supuestos argumentos científicos.

10 comentarios:

  1. Excelente análisis. una verdadera visión incluyente y de avanzada.

    ResponderEliminar
  2. Orlando; pertinente, inteligente y aportante análisis. Siento que los seres humanos buscamos "regularidades", homogeneidades; desconociendo y ensombreciendo con ello la riqueza de la diversidad, ¡aplicable a todo y evidente en todo!

    ResponderEliminar
  3. Gracias por tu comentario, La búsqueda de lo regular y la comprensión de lo homogéneo es parte de nuestra racionalidad. Las nuevas disciplinas del pensamiento, que no son ya tan nuevas, retan el sentido común y nos permiten descubrir el entramado del universo.

    ResponderEliminar
  4. Orlando muy bello tu escrito, resulta esperanzador cuando el conocimiento se usa para crear armonía y convergencia, un aporte para ser mejores seres humanos.

    ResponderEliminar
  5. Muchas gracias por tu comentario. El conocimiento debe servir para que avancemos como seres humanos, construyendo sociedades justas.

    ResponderEliminar
  6. Orla muy interesante .Tu escrito .Muy bien desglosado y deja abierta la puerta de este tan debatido asunto abiertas. Aunq para mi dificil de aceptar

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por el comentario. Para mí las dificultades para aceptar algo deben ser afrontadas con honestidad intelectual, identificando qué es lo que realmente impide aceptarlo. En este caso, mi intención es despejar las consabidas apelaciones a la ciencia de personas y grupos que en realidad solamente se basan en criterios moralistas: es decir, la imposición de reglas de comportamiento a otros como si fueran hechos naturales.

      Eliminar
  7. Muy interesante su punto de vista, y las ciencias podrán discernir la complejidad del asunto; con facilidad, pues el Universo tiende a la diversidad, y es un hecho...la homosexualidad existe en varios reinos se manifiesta, tanto como la bixesualidad, o el androginismo, o la heterosexualidad, el meollo del asunto esta en otras esfera, que igual es a partir de las creaciones artificiales del hombre, las tendencias, las ideologías, las religiones, esos constructos intersubjetivos que aúnan criterios y que se validan solo por consensos de (muchas veces) caudillos lideres o seres mitológicos. y que como bases tiene un dogma ciego e inamovible.....solo hasta que se refunden.
    Valoro mucho tu articulo, nos empuja a poner en la palestra la Inquietud.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias William. La idea es poner las cosas en su lugar y además explorar otras formas de explicación de un hecho, distintas a los abordajes tradicionales.

      Eliminar

Mi acercamiento al problema de la conciencia

  P or Orlando Scoppetta DG.      Desde hace años, décadas quizás, vengo discutiendo en mi cabeza el problema de la conciencia. Durante esos...